miércoles, 10 de junio de 2015

El Precio de un Balón


“La FIFA no puede quedarse parada viendo cómo la codicia se apodera del mundo del fútbol. No lo haremos.”

                                                      Joseph Blatter, al Financial Times en 2005

Hoy voy a hablar de futbol, el deporte tan bien amado de John Cleese.

Los escándalos futbolísticos solían involucrar a los jugadores: la mano de Dios, el cabezazo de Zidane, el incidente de la cuchilla de Rojas. Son cosas que siempre serán recordadas y comentadas entre forofos de cualquier equipo. El futbol también ha vivido sus tragedias: Hillsborough, Heysel, la lista es también tristemente larga. El futbol es el deporte más grande del mundo y conlleva su historia, para bien y para mal.

Pero estos últimos dos años hemos tocado fondo, y no a manos de los jugadores, ni de aficionados, ni de las ligas…, no. hemos tocado fondo a manos de la mayor organización futbolística del mundo, FIFA.

Independientemente de que os guste el futbol o no, todos habéis visto las noticias. El Departamento de Justicia estadounidense pidió la detención de 14 individuos, de los cuales 7 son miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA, que se sospecha de estar involucrados en un trama de corrupción, sobornos y lavado de dinero en torno a la adjudicación de derechos deportivos a tres empresas de mercadeo deportivo en el pasado, presente y futuro. Las otras detenciones fueron de ejecutivos de las empresas de mercadeo que compraron sus votos.

Para entender cómo funcionaba esta trama de corrupción:

De acuerdo a los investigadores, los ejecutivos de tres empresas de mercadeo deportivo sobornaron a varios ejecutivos de Asociaciones Internacionales de Futbol (que se hallan bajo la tutela directa de FIFA y que son parte de sus comités) para asegurarse de que sus empresas eran las seleccionadas para obtener los derechos sobre varios torneos en las Américas entre 1990 y 2016. Los derechos que estas compañías conseguían eran, entro otros: los derechos de retransmisión deportiva, el derecho a usar las marcas de FIFA para patrocinar a sus propias empresas, y los derechos del merchandising completo de cada evento. Con ello, un puñado de empresas ha mantenido el monopolio de todos los eventos deportivos a través de sobornos a los ejecutivos de FIFA durante más de dos décadas. Una vez tenían los derechos, los revendían y alquilaban, obteniendo millones y millones en ganancias.

Su error fue transferir los fondos usando bancos estadounidenses.

Porque si hay algo que los empleados de la industria bancaria estadounidense hemos aprendido en esta era posterior a los ataques terroristas de Septiembre 2001, es que el gobierno estadounidense presta muchísima atención al ir y venir del dinero. Por eso, cuando el dinero de estos sobornos se pagó usando instituciones financieras estadounidenses, había empleados en ellas vigilando, tomando nota y alertando del hecho, porque es su trabajo hacerlo.

Rusia dice que estas detenciones son un gesto mal disimulado de los EEUU como represalia por la crisis con Ucrania. Los que trabajamos en banca sonreímos y decimos “jeje, no”, porque sabemos del tema.

Personalmente me alegra que alguien por fin haya hecho algo con respecto a la cara dura de la FIFA. Me imagino que, al igual que con otros grandes casos de crimen organizado en Estados Unidos, una vez los investigadores dan con un reguerito de prueba lo seguirán hasta el fin, desvelando una trama de corrupción que se hará pública poco a poco.

Pero es obvio que no sólo los que conocemos la banca conocemos cómo transcurren estas investigaciones, ya que estos últimos días ha habido una masacre de salpiques entre Asociaciones Futbolísticas, entre directores que están cooperando con los investigadores, y muchos otros dentro de FIFA.
Ceremonia de apertura del Mundial
de 2010 en Sudáfrica
Tenemos desde la prueba que Sudáfrica pagó diez millones de dólares por el mundial de 2010, a la admisión de la Asociación de Futbol de Irlanda que la FIFA les pagó cinco millones de dólares para no reclamar un gol hecho de mano que podría haberle costado al equipo nacional francés el acceso al mundial de 2010. Y un ejecutivo caribeño que busca una carrera política en su país ofrece información, a quien le evite pasar por la cárcel, sobre variedad de fechorías cometidas dentro de la FIFA, y lo promete en anuncios televisados en su país. El mayor deporte del mundo se ha convertido en un circo, vamos.

Y hay más. Ahora hay fugas de información que apuntan a claras compras de varios Mundiales ya pasados: Francia 1998, 2010 en Sudáfrica, lo dicho, parece ser que hace unos días se ha localizado el giro bancario de los diez millones; el 2014 en Brasil, y bueno, después de esto están tapando como pueden el informe García sobre Rusia 2018 y Qatar 2022. Sí que se sabe que Qatar se ofreció a patrocinar la sede de la Federación de Futbol Asiático en Doha, que daría a esta federación millones de ahorro inmobiliario, de alojamiento de personal, coches de lujo y transporte con avión privado. Esta oferta no fue aceptada, pero nos da una idea clara de lo que está dispuesto a hacer un país muy, muy rico, sin historia futbolística alguna, con tal de poder ser anfitrión de un mundial a 50° C (120°+ F).
Y por supuesto la gran especulación es si Joseph Blatter, capo de FIFA, sabía sobre todas estas tramas y sobornos. El hecho de que dimitió de repente hace unos días -aunque en realidad sigue de presidente de facto hasta que se pueda elegir a un nuevo presidente en la próxima sesión de elecciones de emergencia que tendrá lugar como muy temprano a principios del año que viene; con lo cual esta dimisión puede ser otro ardid del infame Blatter para seguir con las riendas en las manos mientras pasa la tormenta- indicaría que el Departamento de Justicia le ha informado que es el siguiente en la lista de implicados de su investigación. Estarán mirando sus estados de cuenta con lupa. Personalmente pienso que le van a acusar por lo menos de estar tras los sobres de $40,000 en efectivo que circularon justo antes de ganar su candidatura de 2011. Pero da igual, alguien va a pagar, o Blatter o FIFA.

Porque este no es el deporte
de unos pocos.

En fin, está claro que poderoso caballero es don dinero: dinero que nosotros los aficionados de este gran deporte llevamos dándoles décadas, para poder disfrutar de él. Y que quede claro: deporte, y no circo. Ya va siendo hora de que alguien se lo recuerde.

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