lunes, 10 de julio de 2017



Una empresa familiar
Ahora que los dos conocéis las finanzas del otro y os habéis puesto de acuerdo sobre algunos temas a corto, medio y largo plazo, podéis juntarlo todo y crear un sistema conjunto.

Y con eso me refiero a la creación de un presupuesto familiar. Así juntáis vuestra voluntad de compartirlo todo como familia y podéis embarcaros en vuestra vía al futuro conjunto. Aquí tenéis instrucciones de cómo hacerlo.

Las tareas financieras del hogar: evitar los estereotipos
Cuando lo tengáis todo organizado, el presupuesto, las metas, queda una cosa por hacer: decidir quien va a hacer cada cosa.

Debéis decidir quien va a pagar las facturas cada mes, y quien va a preparar las declaraciones de la renta para calcular los impuestos. ¿Invertís en bolsa, fondos mutuos, o bonos? Averiguad quien de los dos sabe más de estos temas y dividid las tareas de acuerdo a eso. Evitad el cliché de que los hombres deben manejar el dinero, porque cada cosa la debería hacer la persona que sabe más del tema o, de ser igual ambos, el que tenga más tiempo. Y aun así, ambos cónyuges deberían estar siempre al día sobre los temas financieros del hogar.

¿Conjuntamos las cuentas o seguimos cada uno con la suya?
Eso es cosa vuestra. Algunos cambian a una cuenta, otros no. Hablado y decidid lo que os parezca bien.
Personalmente pienso que si ahorráis al tener solamente una cuenta, esa es la mejor opción. Facilita además que uno de vosotros pague las facturas mensuales. Y ya que estamos, si en la actualidad tenéis un sistema tipo “yo pago la comida y tú las facturas”, recomiendo que lo desechéis, sobre todo si mantenéis cuentas separadas. Tenéis sueldos distintos y gastos distintos, y tanto el precio de alimentación como las facturas del hogar pueden cambiar drásticamente de mes a mes; buscad la manera de juntar por lo menos parte de vuestro dinero todos los meses para que esos gastos comunes sean compartidos.

¿Y qué pasa con créditos nuevos o si queremos tarjetas de crédito?
Podéis adquirir nuevas obligaciones juntos a separados. La decisión es vuestra pero ambos deberíais estar siempre informados de las deudas del otro. También debéis tener en cuenta que hay estados con leyes de sociedad conyugal que indican que cualquier deuda incurrida por un cónyuge (una vez casados) es obligación de ambos. Los estados con sociedad conyugal son Arizona, Colorado, Idaho, Luisiana, Nevada, Nuevo México y Texas. Alaska también, pero da la opción al otro cónyuge a decir que no es su deuda antes de que se apruebe el crédito. Asimismo hay muchos países con leyes de sociedad conyugal así que si leéis esto desde fuera de EE.UU., averiguad con el ministerio de justicia de vuestro país.

De cualquier modo, es buena idea que cada uno tengáis por lo menos una tarjeta de crédito sólo a vuestro nombre. Así, en caso de separación, divorcio o muerte (siempre digo que hay que ser pragmático) cada uno tendrá su propio historial de crédito individual.


Hablar de dinero
Con el tiempo todos tendemos a caer en la desidia de la rutina y dejamos algunas cosas ir sin prestar atención. No hagáis eso con el dinero. Aunque todo vaya bien, proponeos hablar periódicamente sobre el estado de las finanzas, vuestras metas, y discutid nuevas ideas. Vuestro dinero es responsabilidad de ambos, y como con todas las cosas en esta vida, la responsabilidad se hace mucho más llevadera con compañía.

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