La venta corta tiene lugar en bolsa, y su nombre viene de la traducción literal del mismo término en inglés.
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| Resulta que es posible ganar dinero de acciones en baja. |
Es una actividad directamente relacionada con la especulación -la actividad bursátil que se realiza a corto plazo para aprovechar lo que se piensa que va a ocurrir con ciertos valores para obtener beneficios rápidos, de corto plazo, en la compra-venta de valores-.
Las ventas cortas ocurren mucho en ciertas circunstancias: justo antes de que las grandes empresas estadounidenses presenten sus informes trimestrales de ingresos y beneficios, o cuando ocurren eventos específicos (tormentas, guerras, problemas con productos que deben ser retirados del mercado…) que indiquen que el valor de las acciones de una empresa va a caer.
La venta corta consiste en obtener en préstamo acciones de una compañía cuyo valor se piensa que va a bajar. Se venden las acciones y -si se ha acertado-, cuando bajan de valor se compran de nuevo (por el precio menor); las acciones en mano se devuelven al que las prestó, y uno se guarda la diferencia entre el precio de venta y el precio de la compra posterior.
¿Suena a mucho lío por poca ganancia, no os parece?
Os pongo un ejemplo para que veáis que no es así:
Cuando uno piensa que los corredores de bolsa realizan docenas de transacciones de este tipo al día, uno entiende por qué existe la venta corta de acciones.
No solo eso, se considera una táctica muy normal en cobertura de riesgos para las grandes empresas de corretaje e inversión. Por ejemplo, si un fondo mutuo sospecha que una de sus acciones va a perder valor, puede prestarla en venta corta o prestar otras acciones para venta corta, y así recuperar algunas de las pérdidas. En el caso que he ilustrado, en 10 días la empresa ABC recibió un beneficio de $361.205. No está mal por diez días de espera, ¿no?
Una práctica arriesgada
Es un riesgo para ambos lados de este tipo de transacción. La empresa o corredor que presta las acciones corre el riesgo que el prestatario no pueda devolver las acciones, en cuyo caso será responsable por remplazarlas en su portafolio original. Asimismo, el prestatario corre el riesgo de que las acciones no bajen de precio, con lo cual no habrá venta corta y deberá pagar la comisión de la primera venta, devolver las acciones, y pagar el interés acordado.
Sin embargo, el conocimiento de las señales de los mercados y las empresas hacen de la venta corta una actividad extremamente lucrativa. Es el corazón de la especulación en bolsa.
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