jueves, 10 de marzo de 2016

El porqué de las tasas variables


¿Alguna vez te has parado a pensar en por qué los préstamos y las cuentas de ahorro tienen tasas de interés variables? ¿Por no se ven apenas tasas fijas?

Se debe algo que ocurrió no hace mucho en Estados Unidos.

Hace un siglo los bancos ofrecían tasas fijas para todo, depósitos y créditos. En aquellos días las cuentas corrientes nunca recibían dividendos ni tenían interés ya que se consideraban cuentas utilitarias de uso diario –de ahí el nombre corriente- y el trabajo de calcular los dividendos a mano sobre saldos que cambiaban de día a día sería una locura. La gente guardaba la mayor parte de su dinero en las cuentas de ahorro hasta que lo

necesitaban. Tras la Segunda Guerra Mundial el fenómeno del baby boom tuvo lugar y EEUU se vio con miles y miles de militares en reserva que buscaban hogares para sus familias, pero cerca de las ciudades ya que no querían volver a la vida rural. Algunos bancos les ofrecían hipotecas pero eran reacios a hacerlo en general porque significaba prestar a gente sin historial establecido, empleos recientes y con escasos ahorros.

Fue entonces que las cooperativas de ahorros estadounidenses, tanto las de ahorro y crédito como las sociedades de ahorro y crédito (conocidas en inglés como Savings and Loan o “S & L”, y usaré estas siglas de aquí en adelante) aceptaron el desafío y comenzaron a prestar como nunca visto antes. Fue una época de auténtico boom en muchos sentidos. La administración del presidente Eisenhower edificó la red de autopistas estadounidense, y millones de personas se fueron a vivir en el extrarradio de las grandes ciudades. Nacieron los suburbios. Y cerca del 60% de las hipotecas de suburbios estaban en manos de las S & L, a tasa fija.

Los S & L eran instituciones evolucionadas de los “Edificios y Préstamos” ingleses, un tipo de organización cooperativo sin ánimo de lucro que fue inventado por trabajadores de bajos ingresos que no tenían acceso a cuentas de ahorro ni hipotecas a manos de los bancos. Utilizaban los principios cooperativos y se veían como parte de una reforma social de la banca.

Todo fue viento en popa en Estados Unidos hasta los años 60 y 70, cundo hubo inflación y una subida continua de tipos de interés. Las cooperativas tanto los S & L sufrían bajo un pesado manto de obligaciones regulativas que la banca había conseguido que se impusiese sobre ellos, entre ellos límites a las tasas que podían ofrecer en ahorros y empezaron a tener problemas de solvencia. La banca tenía todas las ventajas porque no se regulaban igual; y cuando las tasas subieron, la gente retiró sus ahorros de las cooperativas y S&L y se los llevó a los bancos. Con esto, los S&L empezaron a tener problemas de solvencia, ya que tenían inmensas carteras de millones y millones en hipotecas existentes a tasas bajas, fijas, pero perdían sus depósitos.

Entonces, en 1979, la Reserva Federal de repente dobló la tasa interbancaria de la noche al día. Todos los ahorros que quedaban en los S&L desaparecieron porque se los llevaron los bancos, y de repente ya no podían pedir préstamos para reserves del banco nacional estadounidense porque, sencillamente, no se lo podían permitir. Tenían las manos atadas en sus préstamos de tasa fija y entre 1979 y 1995 un tercio de los S&L estadounidense
desapareció. Se ahogaron en in mar lleno de tiburones –los bancos- bajo el peso de la sobre regulación gubernamental; no pudieron permanecer a flote. Hubo, por supuesto, otros factores en muchos casos, como por ejemplo la corrupción, pero la inhabilidad de poder ajustar tasas fue la razón primordial. Los S&L siguen existiendo hoy en día pero son pocos y se han visto eclipsados por los bancos y las Cooperativas, ya que podemos ofrecer muchos más productos y servicios.

Tras la crisis de los S&L quedó claro que el sistema de tasas fijas ya no se adaptaba a la banca moderna ni a una Reserva Federal que podía cambiar las tasas de un día al otro. Se usaban ya los sistemas computarizados así que las tasas pasaron a ser variables y casi siempre unidas a la tasa interbancaria.

¿Existen todavía las tasas fijas? Pues sí que existen, pero como las instituciones financieras no pueden arriesgarse prestando todo su dinero en créditos incambiables cuando las tasas de otras instituciones pueden cambiar cualquier día, lo que hacen es apartar cantidades específicas de dinero que pueden prestar a tasa fija. Y como es un riesgo mayor, estos créditos se ofrecen a personas cuyo historial de pago y de crédito demuestren que son individuos en los que se puede confiar.

Este es por ejemplo el caso de los préstamos de auto a tasa fija que ofrece la Cooperativa ahora mismo. Pueden prestar con una tasa fija muy baja cuando los socios cumplen con ciertos requisitos crediticios. Así que si sabes que eres buen socio, tienes crédito establecido y estás pensando en comprarte un coche nuevo, ahora es el momento. Ponte en contacto con la Cooperativa mandando un correo a oasfculoans@oasfcu.org y te pueden asesorar.

Asimismo, se ofrece un préstamo de hasta $10,000 que no requiere garantía –pero sí buen crédito- pagadero en 2 años. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario