lunes, 20 de abril de 2015

El Día del Planeta


Este día tan significativo tiene unos orígenes bastante tristes. En 1969 los estadounidenses amanecieron con la noticia que el río Cuyahoga, en Ohio, estaba en llamas. El agua estaba tan contaminada a causa de los vertidos químicos de las fábricas río arriba, que era inflamable y ese día salió ardiendo. Apareció en todos los periódicos de la nación y en muchas revistas. Lo interesante es que las fotos que aparecían en esos medios eran falsas, porque no eran fotografías del rio Cuyahoga en llamas en 1969.



Eran fotos del río Cuyahoga en llamas en 1952, cuando el río había ardido antes. La segunda vez que ocurrió, los defensores del medio ambiente ya habían empezado a surgir en su defensa, hablando del daño que la polución humana estaba causando al planeta. Un río en llamas fue la imagen decisiva que hizo que las demandas de cambio para con el medio ambiente y la polución empezaran a ser escuchadas.



El primer Día de la Tierra fue celebrado en EEUU en 1970 y desde entonces otros 191 países se han unido a la iniciativa anual de celebrarlo. Yo en los 70 era una cría y recuerdo cómo ayudábamos a plantar árboles, y regalábamos plantas y semillas. Era una cosa muy simbólica.

El Día del Planeta ha evolucionado hasta ser algo mucho más grande hoy en día. Admito con cierto grado de culpabilidad que, muchos años, el Día de la Tierra para mí ha ido y venido sin que me enterase hasta que por la noche lo veía en las noticias y por unos instantes pensaba, platónicamente, en las cosas que me hubiese gustado hacer. Así que este año me he propuesto hacer algo.

Para empezar, escribo esta entrada con la esperanza de que lo leas y te sientas inspirada/o, como yo, a hacer algo esta vez. Porque tienes DOS días para prepararte y hacer algo el Día del Planeta, que es el 22 de abril. Aquí te propongo cambios factibles que ayudarán al planeta.

Dilo

Sí, desea un feliz Día del Planeta a los demás. En vez de dar los buenos días, o las gracias, di “feliz Día del Planeta” el día entero. Recuérdales qué día es. Muchos se olvidarán, pero otros no y se propondrán hacer algo. Y cada persona, como tú y yo, influye.

Y además puedes empezar temprano. Pon un mensaje de recordatorio en la firma de tus emails “Recuerda que el día 22 de abril es el Día del Planeta”. Mándalo por tuit hoy, mañana. Ponlo en tu muro de Facebook, y díselo a tus padres, hijos, amigos, etc. Dilo, porque cuantos más lo sepan, mejor.

Apárcalo

Si puedes, evita conducir el coche. Habla con tus compañeros a ver si podéis compartir con un car pool. O saca la bici, ponle aire en las ruedas y úsala. Usa transporte público.
Pensarás que conducir tus 10 millas al trabajo supone muy poca polución, pero te equivocas. Por cada galón que consumes sueltas 19.64 libras de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera; 22.38 libras si tu coche es diésel (estos datos provienen de aquí). Y si necesitas que te lo ponga en sistema métrico, por cada litro de gasolina estás creando 2.37 kilos de CO2, y 2.69 si es diésel. O sea, cada libra de gasolina más que triplica su peso en polución. ¿No da miedo? Pues eso, que busques la manera de mejorar ese hábito.

Desenchúfalo

Lo mencioné ya en la última entrada de este blog, aunque por razones distintas. Acostúmbrate a desenchufar las cosas, y a apagar otras, en vez de dejarlas en modo suspensión (en inglés standby o sleep). Desenchufa los cargadores cuando termines con ellos, ya que consumen igual que cuando están cargando tu teléfono o tableta. Y presta atención a la calefacción y al aire acondicionado cuando sales y vas a dormir; seguro que puedes cambiar la temperatura y gastar menos. Estas medidas no sólo te ahorran dinero por el menor consumo energético, estarás prestando una ayuda significativa al medio ambiente.

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