jueves, 31 de marzo de 2016

Examinando Brexit, parte 2. Si se hiciese realidad

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La City
Adicionalmente, muchos inversionistas de fuera de Europa utilizan la City (nombre coloquial del distrito de la banca corporativa inglesa) como trampolín para invertir en el resto de la eurozona. De quitar esa relación estos inversionistas buscarían el equivalente dentro de la nueva UE sin G.B. Y ¿qué decir de las multinacionales que buscan establecer sus sedes centrales en Europa? Sobre decir que no elegirían Londres. 

Consecuencias para los países de la zona euro...

Económicamente las secuelas variarían de país a país. Irlanda sería la más afectada ya que ambos países tienen una gran cantidad de comercio directo. Pero además Irlanda depende de G.B. para energía, tanto eléctrica como gas natural, y su red eléctrica forma parte de la del Reino Unido. Tendrían que realizar tratados de excepción para mantener tal abastecimiento. Por otro lado los Países Bajos se verían muy seriamente afectados ya Brexit significaría el corte temporal del 4.3% de su comercio total nacional, lo que representa el 1% de su PIB.

Un gran problema sería asimismo el de la banca. Los bancos ingleses poseen el 17% de la deuda de consumidores y firmas de la Unión Europea, por un total de casi 900 billones de euros. Con la pérdida del acuerdo, el consumidor media sufriría a la hora de realizar pagos, los costes de estas deudas subirían e incluso podrían adquirir implicaciones fiscales imprevistas. 

Y para la identidad UE


Uno de los grandes cambios sería político y esto supone un gran peligro para la Unión

Europea en si. Con la retirada del voto inglés en las decisiones internas, se perdería un
voto decisivo en el mantenimiento de políticas liberales y en futuras decisiones de liberalización. El bloque de los países liberales tendría un 33% del voto en vez del 41% que tiene ahora. Esto significaría un cambio a largo plazo hacia políticas más restrictivas. 

Asimismo vivimos una época de incertidumbre dentro de la UE. Hay divisiones de política en cuestiones de derechos humanos, inmigración y banca nacional. La salida de uno de los grandes de la Unión podría suponer un evento inspirador para muchos otros que no se ven de acuerdo con muchas de las políticas aprobadas en tiempos recientes o que quedan por decidir. 

Lo que dicen las encuestas 

Esa es la gran incógnita. Ahora mismo el voto está a 51% por permanecer en la UE y un 49% que desea irse. Pero hay un 15% de votantes que permanece indeciso, y estos serán la clave en junio.

Es por este 15% de votantes que las campañas recientemente se han visto enardecidas. Quedan tres meses escasos para el referendo y ambos lados buscan la victoria.

Lo que las encuestas dicen sobre el futuro del Reino Unido


Esto es algo que solo he entendido hoy, al hacer mi última investigación. Esta elección afecta no solo a la permanencia del Reino Unido en la UE sino también a la misma
cohesión del Reino Unido como país. Resulta que el Reino Unido de Gran Bretaña se compone de cuatro países: Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte. Estos dos últimos históricamente se sienten como países muy ajenos pero por guerras y acuerdos hoy en día forman parte del mismo R.U. La mayor parte de los votantes, en cifras, viven en Inglaterra. 

El problema reside en que los votantes de Gales, Escocia e Irlanda del Norte desean inequívocamente permanecer en la Unión Europea. Una encuesta del Partido Independentista escocés indica que el 54% de los escoceses desearía la independencia del Reino Unido si Brexit ocurriese. Asimismo, hay que recordar que bajo el marco del Acuerdo de Belfast de 1998, si Irlanda e Irlanda del Norte ambos acuerdan que quieren convertirse en su propio país, el Reino Unido concedería la independencia a Irlanda del Norte para que tal unión pudiese tener lugar. Hay mucha inquietud en ambas Irlandas por la posibilidad de que la decisión de salir de la UE signifique el cierre de las fronteras entre ambos, cortando el intercambio de trabajadores, amistades y familias. 

Vamos, que este voto va a enfrentar a los mismos países que forman el Reino Unido y la única manera en que haya paz después del voto es si el voto a permanecer gana por los pelos. Cualquier desacuerdo grave indicaría serias desavenencias dentro del mismo territorio bretón y apuntaría a la necesidad de re evaluar su propia existencia como país. Desafortunadamente esto sí es algo muy probable. 

Como veis Brexit es un tema extremadamente complejo y que, de convertirse en realidad, implicaría cambios drásticos en su país de origen, la UE y muchos otros países. Tendremos que esperar al 23 de junio. Mucho depende de lo que se decida ese día.

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