Lea el primer y segundo artículo de esta serie.
En esta tercera parte de nuestra serie voy a explicar los timos más comunes que se cometen contra jubilados, así como los más nuevos tipos de abuso financiero que se conocen. Los dos primeros de la lista ocurren casi exclusivamente en EEUU, así que si usted vive en otro país no debería preocuparse de ellos.
Fraudes del sistema sanitario
En estos casos la victima recibe una llamada de alguien que dice ser representante de Medicare, que le indica que hay servicios optativos para los que califica, por un precio módico, y así conseguir la información personal y financiera de la víctima. Medicare ya tiene la información de cada persona en sus archivos y no necesita pedírsela. Y hoy en día nadie debería dar toda su información personal y/o bancaria por teléfono en una llamada que no haya iniciado.
Si le empieza a pedir alguien estos datos, pídale el nombre y número de teléfono para cerciorarse de que es de verdad de Medicare; si no le dan el número directo, pídale el número de la oficina de Medicare donde puede pedir hablar con él/ella. No para llamar, sino para ir en línea y certificar que ése era un número auténtico de Medicare; y, de no dar con él, existe un servicio gratuito que puede hacer una búsqueda en reverso, donde introduce el número y le indican a quién pertenece.
Timos de recetas médicas
Hay muchas farmacias en línea que no lo son; o venden medicamentos falsificados, o sencillamente cobran pero no envían. Asegúrese de verificar la honestidad de una farmacia antes de introducir todos sus datos personales, médicos y bancarios.
Para más inri muchas de estas farmacias falsas defraudan por partida doble, al utilizar sus datos personales, médicos y bancarios para pedir recetas médicas reales y venderlas ilegalmente después.
Productos anti edad
Hay muchos, muchísimos vendedores sin escrúpulos que venden falsos regímenes de belleza y/o anti envejecimiento, y no olvidemos los mil y pico productos homeopáticos que de algún manera, todos, toditos “están probados y certificados en que le harán parecer –y SENTIRSE- X años más joven”.
¿Tengo que decirlo siquiera? Sabemos que si algo suena demasiado bueno como para ser cierto, no es cierto, y que ese producto “que le ofrecen a usted como parte de un diminuto grupo exclusivo de clientes” es una mentira gorda y peluda. Porque de existir la fuente de la juventud, estaría en CNN. Que vivimos en la era tecnológica.
Timos a través de obituarios
Hay timos comunes y hay timos crueles. Los de obituarios son de esta segunda clase porque se aprovechan del dolor de una persona que ha perdido a un familiar o allegado recientemente y así sacarle dinero. Los defraudadores usan familiares de personas que aparecen en los obituarios para:
Llamar diciendo que son de una agencia de mora, que el/la difunto/a debía dinero que hay que pagar;
Venir a la puerta con un paquete a cobro revertido, diciendo que el/la difunto/a había hecho el pedido, para que la víctima pague por lo que luego resulta ser periódicos empaquetados, etc.
Por favor recuerden estos fraudes incluso en los momentos más difíciles.
Fraudes de familia
Igual de malévolos que los de obituarios. Una persona que suena joven llama y dice “Hola abuelo/a, ¿adivina quién soy?”. Usted intenta adivinar, dice un nombre al azar de un familiar a quien no ha visto desde hace tiempo, y así empieza el fraude. Transcurridas unas cuantas llamadas el nieto/sobrina falsos le piden dinero. Muchas veces además el llamante tiene algo de información sobre la usted porque le ha encontrado en redes sociales como Facebook, clubs culturales o de actividades sociales, etc.
Nunca piden mucho dinero, pero no paran tampoco. Una buena manera de prevenir este timo es llamar a la familia, a algún familiar en común, y asegurarse de que la persona que llamó es quien aseguraba ser. Pueden ayudarle a cerciorarse.
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